Contaminantes en el agua
Beber agua contaminada te expone a contaminantes específicos del agua que podrían provocar ciertas enfermedades; que son causadas por patógenos como virus, bacterias y protozoos. Algunas de estas enfermedades también surgen de las toxinas producidas por algas dañinas y cianobacterias. Otras fuentes primarias incluyen productos químicos de instalaciones industriales y de fabricación, prácticas agrícolas y ganaderas, actividades humanas y muchas más.
La contaminación del agua es la contaminación de las fuentes de agua por sustancias que inutilizan el agua para beber, cocinar, limpiar, nadar y otras actividades, con contaminantes como productos químicos, basura, bacterias y parásitos. Éstos se transmiten a arroyos, ríos, lagos, océanos o acuíferos, degradando la calidad del agua y volviéndola tóxica para el consumo humano y para el medioambiente.
Por lo tanto, es importante asegurarse de beber agua de alta calidad. Los proveedores de agua municipales intentan eliminar los contaminantes del agua potable agregando agentes desinfectantes a tu agua, como cloro o cloramina. Desafortunadamente, además de que la presencia de demasiado cloro en el agua también puede afectar en la salud, aún pueden ocurrir problemas de contaminación, por lo que siempre debes estar atento a la presencia de impurezas y contaminantes en el agua.
Fuentes de contaminación del agua
Los gérmenes y productos químicos nocivos pueden entrar en el agua desde muchas fuentes, entre ellas:
Agricultura
El sector agrícola no solo es el mayor consumidor de recursos mundiales de agua dulce, ya que la producción agrícola y ganadera utiliza alrededor del 70 por ciento de los suministros de agua superficial de la tierra, sino que también es un grave contaminador del agua. En todo el mundo, la agricultura es la principal causa de la degradación del agua. Es la principal fuente de contaminación en ríos y arroyos, la segunda fuente más grande en los humedales y la tercera fuente principal en los lagos. También es un importante contribuyente de la contaminación de los estuarios y las aguas subterráneas.
Cada vez que llueve, los fertilizantes, los pesticidas y los desechos animales de las operaciones agrícolas y ganaderas arrastran nutrientes y patógenos, como bacterias y virus, a las vías fluviales. Los contaminantes de la agricultura suelen contener altas cantidades de fósforo y nitrógeno, que fomentan el crecimiento de la proliferación de algas. Estas floraciones producen toxinas que matan peces, aves marinas y mamíferos marinos, además de dañar a los humanos.
Plantas de tratamiento de agua
Los suministros de agua también pueden contaminarse a través del proceso de desinfección del agua potable. Los aditivos del agua, como el cloro y las cloraminas, se utilizan para controlar el crecimiento de microbios. Pero cuando los niveles son demasiado altos, pueden causar irritación en los ojos y la nariz, malestar estomacal y otros problemas.
La desinfección del agua también puede provocar la formación de subproductos peligrosos, como bromatos, ácidos haloacéticos y trihalometanos, todos los cuales pueden aumentar el riesgo de cáncer. Otros subproductos, como el clorito, pueden causar anemia y problemas del sistema nervioso en bebés y niños.
Aguas residuales
El agua usada es agua residual. Proviene de fregaderos, duchas e inodoros y de actividades comerciales, industriales y agrícolas.
El término también incluye la escorrentía de aguas pluviales, que ocurre cuando la lluvia transporta sales, aceite, grasa, productos químicos y escombros de las superficies impermeables a nuestras vías fluviales.
Más del 80% de las aguas residuales del mundo regresan al medio ambiente sin ser tratadas o reutilizadas; en algunos países menos desarrollados, la cifra supera el 95%.
Plásticos y basura
Aproximadamente producimos 1.400 millones de toneladas de residuos cada año. De estos residuos anuales, el 10% son plásticos. Debido al uso generalizado de plásticos, los expertos estiman que entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de desechos ingresan al océano cada año.
Una vez en el agua, el plástico y la basura pueden dañar la vida marina y la salud humana. Los peces pueden comer basura, confundiéndola con comida y terminar muriendo.
A medida que el plástico se descompone lentamente, se forman microplásticos. Se trata de pequeños fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros de tamaño. Los peces pueden consumir estos microplásticos, que luego pueden ser consumidos por humanos.
La ONU afirma que los desechos plásticos en el océano causan la muerte de más de un millón de aves marinas cada año. Los desechos plásticos también son responsables de la muerte de más de 100.000 mamíferos marinos al año.
Petróleo
Los grandes derrames pueden dominar los titulares, pero los consumidores representan la gran mayoría de la contaminación por petróleo en mares, incluido el petróleo y la gasolina que gotean de millones de automóviles y camiones todos los días. Además, casi la mitad del millón de toneladas de petróleo que se estima que llega a los ambientes marinos cada año no proviene de derrames petroleros, sino de fuentes terrestres, como fábricas, granjas y ciudades.
En el mar, los derrames de petroleros representan alrededor del 10 por ciento del petróleo en aguas de todo el mundo, mientras que las operaciones regulares de la industria naviera, tanto a través de descargas legales como ilegales, contribuyen con alrededor de un tercio. El petróleo también se libera naturalmente debajo del fondo del océano a través de fracturas conocidas como filtraciones.
Desechos radioactivos
Los desechos radiactivos son cualquier contaminación que emite radiación más allá de lo que el medio ambiente libera naturalmente. Es generado por la extracción de uranio, las plantas de energía nuclear y la producción y prueba de armas militares, así como por universidades y hospitales que usan materiales radiactivos para investigación y medicina.
Los desechos radiactivos pueden persistir en el medio ambiente durante miles de años, lo que hace que su eliminación sea un gran desafío. Los contaminantes liberados accidentalmente o eliminados incorrectamente amenazan las aguas subterráneas, las aguas superficiales y los recursos marinos.
Fracking
El fracking es el proceso de extracción de petróleo o gas natural de la roca. La técnica utiliza grandes cantidades de agua y productos químicos a alta presión para romper la roca. El fluido creado por el fracking contiene contaminantes que pueden contaminar los suministros de agua subterránea.